miércoles, 29 de diciembre de 2010





"don't ask yourself what the world needs. ask yourself what makes you come alive, and go to do it. because what the world needs is people who have come alive."  howard thurman.


Feliz Navidad a todos.

jueves, 2 de diciembre de 2010

ALGO LLAMADO RESPONSABILIDAD

Hace tiempo que ha pasado un tiempo. Te das cuenta de que en la vida siempre puede pasar cualquier cosa, y son las decisivas las que tenemos que buscar nosotros mismos, porque no llueven del cielo. Tenemos que tomar impulso, incluso sabiendo que estamos en un trampolín desde el cual podemos aterrizar en la meta, o podemos caer al abismo. Y puede ser muy dura la caída.
Nadie regala nada. Todo en la vida cuesta mucho esfuerzo y mucho sacrificio. Nada se consigue sin trabajo y esa es una llamada que parece que nadie quiere atender. De nada sirven las quejas, de nada sirve echar culpas, de nada sirven los lamentos ya. Ya no es válido en una sociedad como la que estamos, en la que todos despegamos desde que nacemos con las mismas oportunidades, quejarnos del recorrido de los unos y de los otros. No hay suerte que valga. La suerte no dura para siempre. La única fórmula útil es la del trabajo y la constancia.
No solo es responsabilidad nuestra pedir a los que administran nuestros beneficios y el resultado de nuestro trabajo, que lo hagan de la forma adecuada, sino contribuir a que sigan existiendo esos beneficios. Los males que afectan a todo un mundo no los causan unos pocos bastantes; las causan millones de personas.
Nosotros somos los responsables de nosotros mismos, de nuestra privilegiada o pobre situación. Es nuestro deber prever y anticiparnos a cualquier mala racha. No vivimos solos, todo lo que ocurre, ocurre en un círculo muy cerrado, un círculo que se llama globalización.
De nada me sirve escuchar quejas ni desgracias. Todo cuesta mucho trabajo, mental o físico. Es impensable el recriminar a los que tienen o han logrado riqueza en su vida, que la tienen y deben compartirla. Y no es egoísta. No se puede esperar a que venga el paro, las ayudas y demás estrellas del cielo. Porque esa ayuda no es infinita, y no dura para siempre. Tiene que haber todo tipo de trabajos: jueces, periodistas, dependientes, escritores, enfermeros, médicos, electricistas y empleados de banca. Pero no puede existir un sobre-exceso de un sector determinado. No se puede optar a lo mínimo. Aprovecharse de que los que tienen nunca consentirán que el que no tiene se muera de hambre, pero  no se pude llegar a ese extremo. Y me refiero a esta generación, que no hace nada, que no valora nada, a la generación “desencantada”. Las ilusiones de un mundo yupi guay burbuja rosa solo existen en las películas Disney, esto es la vida real, y para no pasar ni hambre ni necesidad hay que trabajar para andar sobre seguro, por nosotros mismos y por los demás.



viernes, 26 de noviembre de 2010

CORRE, LOLA, CORRE

LOLA RENNT (1998)




Es una película emocionante e innovadora visualmente, un ejercicio de sorpresas, empezando por los títulos de crédito del principio: una escena de masas, y la gente que forma el nombre de la película desde un plano aéreo.
El argumento es sencillo: Lola (Franka Potente), una joven de pelo muy rojo, recibe una llamada de su novio Manni (Moritz Bleibtreu). Según le explica, tenía que entregar cien mil marcos alemanes a un gángster pero se ha dejado la bolsa del dinero en el metro. Tiene veinte minutos para encontrarlo o lo matarán, así que planea robar un banco. Lola busca el dinero por su parte, y la película sigue al filo para salvar a Manni mientras los minutos pasan.
Resulta diferente e innovadora la forma en que el joven director alemán nos muestra la misión de Lola. Se relata una historia de veinte minutos por triplicado, cada una con diferencias sutiles que llevan a un desenlace diferente. Tykwer utiliza técnicas de animación, trucos de cámara, película en color y blanco y negro, vídeo musical y replays instantáneos y cuenta cada aventura mientras Lola corre, Manni corre, y asistimos a una carrera de obstáculos humanos que los dos tienen que afrontar con mucho cuidado para sobrevivir.
Potente ofrece una imagen chocante corriendo por las diferentes calles de la película impulsándose con los brazos, con su inconfundible pelo rojo al viento. Aparece también en momentos cálidos en escenas tales como la visita que hace a su padre (Herbert Knaup) para pedirle dinero, y descubre que piensa dejar a su madre y casarse con su amante.
Un experimento interesante e inusual rodado con sentido del humor, con una emoción intensa y una tremenda energía, todo ello empaquetado en una película de la generación MTV  por el nuevo talento del guionista/director.

Festival de Venecia: nominación de Tom Tykwer (León de Oro).

Y así voy yo últimamente... corriendo y corriendo...

lunes, 1 de noviembre de 2010

LA AVENTURA

L'avventura (1960)



Fue silbada y abucheada por un público predominantemente hostil, en su première en el Festival de Cine de Cannes de 1960, pero un gran número de críticos y cineastas dieron un paso sin precedentes firmando una declaración que rechazaba tal reacción y la acogía como la película más importante que se hubiera exhibido en el festival. En cuestión de dos años, La aventura fue considerada, según la votación de críticos internacionales que realizó la revista ingles Sight & Sound, la segunda mejor película de todos los tiempos. El escritor y director Michelangelo Antonioni llevaba casi veinte años haciendo documentales y largometrajes, y esta película de duración épica fue su gran paso adelante. También fue su primera colaboración con Monica Vitti, la que fuera el canal humano y humanitario a través del cual se contempla una sociedad apática, hastiada y deshumanizada. Ello se convertiría en el centro de sus posteriores películas La noche, El eclipse y El desierto rojo.

       La premisa de La aventura es muy simple, pero profundamente turbadora: un pequeño grupo de romanos adinerados emprende un crucero desde Sicilia y se detiene en una escarpada y desolada isla para pasar una tarde de ocio. La escapada se convierte en una terrible experiencia cuando Anna (Lea Massari) desaparece. La ligera muchacha ha avisado a su amiga Claudia (Monica Vitti) de que algo no va bien entre ella y su amante, el consultor de arquitectura Sandro (Gabriele Ferzetti), y atrae la atención de los demás con la pretensión de haber visto un tiburón mientras nadaba. Al ver la película por segunda vez, sabiendo que este personaje clave desaparecerá al cabo de veintiséis minutos, advertimos que realmente hay un tiburón y se ve un pequeño e inadvertido barco que pasa por la isla en un fundido encadenado con una última mirada a Anna.

       Una de las principales razones de la ofuscación y la furia inicial del público contra La aventura es que Antonioni nunca revela lo que le ha ocurrido a Anna. Claudia y Sandro se unen en la búsqueda, pero nadie más parece interesado en el destino de la muchacha. Y el principal impacto emocional procede del sentimiento de culpa de Claudia, que se acerca románticamente a Sandro en lugar de cumplir su deseo de buscar a su amiga. El argumento, se supone que por coincidencia, guarda un paralelismo con Psicosis (1960) de Hitchcock, con la irritante ausencia del personaje que suponemos protagonista en la segunda parte de la película y una incómoda y creciente no-del-todo-relación entre el amante de la mujer perdida y una mujer con igual interés por su bienestar. El tema también guarda un paralelismo con la película del mismo año La Dolce Vita. La starlet Anita Ekberg tiene un equivalente en la frívola estrella-escritora-puta (Dorothy De Poliolo) de La aventura, que es acosada por unos fans al principio cuando (deliberadamente?) se le rompe la ceñida falda en público y salta, no tanto para destrozar la nueva relación de la pareja sino para revelarla como una farsa. Pero la película de Fellini descubre un ambiguo glamour. Al igual que el escritor relaciones públicas que interpreta Marcello Mastronianni, el arquitecto convertido en millonario servil que interpreta Ferzetti simboliza la falsa promesa de un objetivo, y Antonioni solo puede encontrar un vestigio de esperanza en el eterno femenino, que al final queda al margen de la corrupción del dinero nuevo o del sexo demasiado fácil.







Festival de Cannes: Michelangelo Antonioni (premio del jurado), junto con Kagi.

martes, 12 de octubre de 2010





“Entre un hombre y una mujer puede existir el odio, el desprecio, el amor, la pasión pero nunca la amistad.” Oscar Wilde







Bajo estas palabras, ¿qué respuesta podría recogerse?
¿Podría alguien en algún momento de su vida, negar la amistad entre un hombre y una mujer? En primer lugar, no se puede utilizar la misma vara de medir sobre la amistad entre dos mujeres, que sobre la amistad entre dos hombres. Pero, ¿qué mujer puede describir la amistad entre dos hombres? Puede reflexionar sobre ella vista desde fuera, como una simple observadora, pero jamás se sentirá parte del vínculo que existe entre ellos. Y también podría preguntarse, ¿cómo es la amistad entre dos mujeres?, ¿qué siente la una de la otra?, ¿qué sienten las dos juntas?




 
No obstante, tampoco hay que olvidar los rasgos propios de esa amistad en la edad propia en la que uno se encuentra, pues, ¿es acaso la misma amistad entre dos niños o niñas que entre dos hombres o mujeres?
Hay un distintivo claro: la amistad entre los niños es desinteresada y la otra no. Por consiguiente, esta será sincera y fiel por sí misma, y acabará en nuestra conciencia como un modelo a seguir en nuestra vida al que recurriremos a lo largo de los años. Pero no nos equivoquemos, será modélica la amistad, no forzosamente el amigo.





Entre los adultos, todos pecamos de ese interés, propio de nuestro desarrollo y de nuestra experiencia: tratamos siempre de encontrar un punto de unión con él, un punto en común, ya sean gustos, aficiones o forma de vida. Cuando este vínculo se ha creado, existe necesariamente una complicidad, y esta se manifiesta muy distintamente en hombres que en mujeres. En mujeres, roza lo más íntimo, y esa amiga es la segunda conciencia sobre la que se desplegarán todas nuestras confesiones. Visto así, ¿es esta la misma unión que existe entre dos hombres? 





He visto reír a muchos niños y niñas, he visto reír a muchas amigas jóvenes y adultas, y me he visto reír a mí. Sabría describir qué sentía de esa unión. Sin embargo, no he visto reír a dos hombres de esa manera.
De esta observación tan simple, podría deducir yo que existe un vínculo diferente entre hombres que entre mujeres, aunque en ningún caso, y cosa que quisiera saber, nunca sabría decir cuál de estos vínculos es más fiel. Posiblemente, esto último dependa de la naturaleza propia de las personas.
Por tanto, nadie podría decir que Oscar Wilde esté equivocado en sus palabras…






Pero, ¿y si existiera esa amistad entre un hombre y una mujer, pero ésta desembocara en amor inevitablemente, por esa amistad tan profunda que los une?, ¿no sería extraño dar la espalda a esa complicidad tan fuerte que existe entre ambos? ¿Alguien habrá sentido alguna vez esa amistad con una persona del sexo opuesto? ¿Podría esa amistad forjarse desde otro punto de partida que no fuera la niñez? En otras palabras, ¿tendría la misma validez la amistad que se forja entre un hombre y una mujer durante su infancia que la que les une en su vida adulta?






En mi opinión, la infidelidad nunca tendrá lugar entre los dos primeros, ni en la amistad ni en el amor, la segunda, por descontado, sí.
Para una mujer, el hombre se erige como el sueño y el objetivo de su vida y de su educación, desde el día que nació. Las que renuncian a él, es por una decisión tomada tras conocer la anterior, que difícilmente no va precedida de alguna experiencia, por pequeña que sea. ¿No es objetivo de toda hembra en el reino animal la búsqueda del macho para asegurar la descendencia?




¿Y para un hombre? ¿No es un simple estímulo sexual el que invita al macho a aparearse con una hembra, y luego volver a emprender su camino solitario, incluso en las manadas?
¿Qué quiere un hombre de una mujer? Ésta es mi verdadera pregunta.








Imágenes: "Ophelia" de Millais, Joven Kate Moss, joven Natalia Vodianova, fotografías de autor, Kate, Catherine Deneuve en "Indochine", Kate Moss y Natalia Vodianova, ambas para Vogue.

lunes, 30 de agosto de 2010

ISLANDS



    



No tengo que irme nunca más
Lo que tengo está justo aquí



Mis noches y días antes he pasado
Buscando el mundo que estaba justo aquí




Debajo e inexplorado.



 Islas y ciudades he buscado
Aquí vi
Algo que nunca pude ver atrás




Soy tuyo ahora
Ahora ya no tendré que irme jamás
He estado averiguando
Asi que ahora no exploraré jamás




Mira lo que he hecho
Ese puente está ahora ardiendo
Volviendo atrás hacia donde estuve
Estoy helado por el deseo
No necesito marcharme




Dónde podría estar yo
Si esto fue para adentrarme
Ése es un riego que tomaré
Estoy helado por el deseo
Como si esa elección hubiera tomado




Soy tuyo ahora
Por eso ahora no tengo que marchar
He estado descubriendo
Así que ahora no volveré a explorar



No volveré a explorar


Soy tuya ahora






No exploraré jamás.







Ya no tengo que dejar nada. Lo que antes durante noche y día había buscado, está justo aquí debajo, inexplorado. Ya no hay excusa. Soy tuya ahora.


Sé que pronto tendré que soltar tu mano y adentrarme yo sola en mis pensamientos.
Hay una decisión por tomar, que lleva un tiempo persiguiéndome.
No, no te lo he dicho. Es una de esas cosas anteriores a ti.

Se trata de un rescate de aquello que los dos creemos. Nuestra conciencia. Conciencia.
Tres modos de vida se me antojan ahora: vivir enfrentándonos a nuestra conciencia, vivir de espaldas a ella, o vivir acorde a ella. Creo que si no actúo como pienso desde ahora, terminaré después pensando cómo actúo.

Ya te contaré algún día qué elegí. Por el momento, limitémonos a vivir.


adiós, verano.




Imágenes: David Bellemère para el Vogue italiano.
Letra: the xx - Islands .

domingo, 29 de agosto de 2010

PERROS DE PAJA



          Sam Peckimpah no era un director conocido por su delicadeza, y Perros de paja se considera la película más galvánica y controvertida de su filmografía, ante todo después de la violencia más estilizada de su western de 1969, Grupo salvaje. Dustin Hoffman interpreta a un apocado matemático que se instala con su esposa, Susan George, en su pueblo natal inglés. Pero ella se pavonea de su éxito y belleza ante los lugareños. Ellos reciben la llegada de Hoffman y de su esposa como una intrusión, y es evidente que el joven matrimonio, de por sí poco inestable, no resistirá la presión. Hoffman se siente cada vez más incómodo y los habitantes del pueblo muestran con descaro su desprecio por la pareja… Pero solo cuando su esposa sea violada, Hoffman estallará con violencia.
          No se limita a justificar implícitamente la violencia –resultado aparentemente inevitable cuando se presiona a un hombre-. Perros de paja se muestra igualmente ambigua con el carácter de Susan George. La mujer se pasea por el pueblo con jerseys ajustados y flirtea descaradamente con sus antiguos novios y, cuando finalmente es violada, parece que haya recibido de agrado la salvaje invasión para afrentar a su marido, y además como respuesta a su inacción. La ambigüedad se desvanece cuando Peckimpah expone en todo su horror la infame escena de la violación y, cuando acaba, el espectador queda tan sobrecogido como el personaje de Susan George.
          Después del desarrollo brutal del filme, Peckimpah no hace concesiones al espectador con la conclusión bárbara de Perros de paja. La película se mantiene brillantemente desequilibrada mediante el montaje desorientador y la continua y audaz dosificación de la intensidad. Pero Peckimpah tensa y explota aún más la emoción al volver las tornas contra los brutales antagonistas. El perturbador y sangriento desenlace no provoca catarsis ni satisfacción, pero lo deja a uno perplejo e inseguro sobre lo que ha visto. La incierta moralidad de Perros de paja levantó una gran controversia, lo que irónicamente validó la intuición de Peckimpah. Tal vez no nos guste lo que vemos, pero nos sentimos impelidos a mirarlo.








 Nominaciones al Oscar: Jerry Fielding (banda sonora).

miércoles, 25 de agosto de 2010



          

                 Siendo la vida como es, 
                                                   uno sueña con vengarse.


                                                                


(Paul Gauguin)

lunes, 23 de agosto de 2010

CAROLINA HERRERA




































Prêt A Porter, otoño-invierno 10/11.

viernes, 20 de agosto de 2010

Unas veces se ama más, otras menos. Otras se cree uno hacerlo, aún cuando las más de las veces sabe que no. Quizá es que solo hubiera una forma de amar, y esa fuera no amando. De igual manera que uno no duda en el instante de si está triste o no lo está, de si llueve o no llueve cuando llueve, aquel estaría seguro de que amaba cuando de verdad lo hiciera.
Puede que el mundo nazca con una cantidad de amor medida, de mayor o menor tamaño, y ésta se vaya gastando y perdiendo con su uso. Igual que no puedes pedirle al Sol más sol, ni a la lluvia más lluvia. Para el que lo ha gastado, siempre habrá algo grande y feliz que superará con creces el hecho de haberse desprendido de él para siempre; el maravilloso recuerdo de pagar una sola y cara vez con él, y los igualmente maravillosos, pero menos profundos recuerdos, de quien lo repartió en varias ocasiones. Es la clase de amor fraccionado, una alternativa para aquellos que dudaron toda su vida. Pero, para el que no lo ha gastado, supone la incertidumbre de disponer verdaderamente de él, pues creemos que lo general nos pertenece por costumbre misma. Otra indecisión, sería su gestión: puede que uno no tenga recursos para poder administrarlo, ni valores en los que invertirlo. Puede que uno tema ser timado, y pagar una cuantía enorme por no una baratija, pero sí una falsificación de aquello que cree genuino, y termina rompiéndose a pedazos; de aquello que se cree que es, y que al final no es. Pero existen más fluctuaciones, pues en los negocios quien no arriesga no gana, y manual para la fortuna no existe –por lo menos para la fortuna de la propia vida-…

Y finalmente uno termina sentado divagando, con una incertidumbre plena, que ni importa ni deja de importar, que cuando se levanta da por reír o da por llorar. Y se pregunta sobre si lo que sueña existe, de si es tangible y se puede comprar, de si las joyas se pagan con amor, y los amores con dinero, o si realmente debiera preocuparse por eso, aún sabiendo que unos para el amor, se preparan con la debida antelación, y otros perturbados confían en que el fiel y verdadero llegue por casualidad, una casualidad en toda regla, de las que se cruzan sin más, y con la misma facilidad se van, que llegan tarde y se marchan temprano, y le abrazan a uno de sopetón.




 Bath, Brooke Shields en "La pequeña", Natalia Vodianova para Vogue.

sábado, 7 de agosto de 2010

Cuando un cortísmo spot merece la pena ser visto:




Ella está hecha a semejanza de las cosas que amo.


 

Se parece a la noche,
 

o mejor:
a una noche sin ausencias...









Ella es exacta.

 

Cuando la noche escurre, su cuerpo se humedece.


Me permite trepar por mis temblores






y agitar su nombre desde la oscuridad.
 

Ella es irrepetible.



Nació en las piedras donde empieza mi desorden.
 




Ella, Eduardo Langagne.




Spot: Agua di Gioia (Giorgio Armani).