Me gustas cuando callas porque estás como ausente, 
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. 
Parece que los ojos se te hubieran volado 
y parece que un beso te cerrara la boca. 
Como todas las cosas están llenas de mi alma 
emerges de las cosas, llena del alma mía. 
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, 
y te pareces a la palabra melancolía. 
Me gustas cuando callas y estás como distante. 
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo. 
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: 
Déjame que me calle con el silencio tuyo. 
Déjame que te hable también con tu silencio 
claro como una lámpara, simple como un anillo. 
Eres como la noche, callada y constelada. 
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo. 
Me gustas cuando callas porque estás como ausente. 
Distante y dolorosa como si hubieras muerto. 
Una palabra entonces, una sonrisa bastan. 
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto. 
Pablo Neruda




4 comentarios:
Mejor:
Me gustas cuando hablas porque estás presente.
¿No?
pues en este caso,
siempre es mejor hablar que callar.
callar, ya se calla demasiado a lo largo del día..
amo este poema,lo conozco desde hace mucho
es genial
Mi amado Pablo, y sus versos inmortales, pasarán nuestras vidas, y las de otros, y sus palabras siempre permanecerán en los eternos románticos.
Besos para ti.
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