No queda amor en el mundo, la humanidad ha saturado la pasión, el cupo de besos se terminó, los abrazos se encarecieron por demás, se consumió la venta exclusiva de miradas, las caricias se extinguieron, es que no queda amor en el mundo? Nadie ha reservado un poco para los tiempos de sequía cuando había en abundancia? mientras sigo en lista de espera, en esa turbia fila donde no hay turno que valga, allí el último puede fácilmente ser el primero, odio a aquellos últimos con suerte que adelantándose a los sufridores se mofan triunfantes, parece ser, que se ha decidido vender amor barato, del más artificial y vacío, sin embargo satisface a la mayoría y solo unos pocos echan en falta ese amor puro, profundo y sincero, originario de las tierras bajas del corazón, del más metafísico, que no entiende de compras ni ventas, de pasados ni de modas, tiene la esencia de la creación, que sin necesidad de mentiras se defiende, que se alza por encima de la tristeza y la amargura, salvación de los perdidos, orgulloso ante los usuarios sinceros, la inocencia es su más tierna amiga, y la madurez su más arraigada hermana, aquel ante el cual todas las copias se rinden. Me hago portavoz de ese amor verdadero que sufre en silencio, que grita en soledad cuando nadie le oye, que siente como su oficio se pudre y que muere cientos de veces al ver cada día a aquellos que más lo necesitan y lo echan en falta desesperado y falto de esperanzas. Aquellos somos nosotros que contemplamos como se extingue por culpa de los falsos y mentirosos que apoyan y se rinden ante las copias. Vaya cobardes, buscan la cima y no apartan la vista del suelo. Son ellos mismos los que han echado anclas de acero.
viernes, 22 de mayo de 2009
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