Como aquel director que hace sonar el mismo la música, con sus mismas armoniosas manos, encantando cada instrumento con cada uno de sus temblorosos dedos.
Como una sinfonía inconclusa a la que se le añade un final por convenio.
Como las notas que se desplazan obligadas de lado a lado sobre la partitura, sin más descanso que el silencio.
Como anuncian amenazadores los vientos (metal),
Como nacen y mueren los arcos sobre las cuerdas
Como encajan los golpes de salto de octava a octava, de cuerda a cuerda
Con la misma fuerza y tesura y no se hastían
Como aquel embelesado y embebido ejecutor de la segunda fila se enfrasca y adormece en aquella delicada melodía, sin sentir más allá de los que escucha, y despierta inconsciente y a la vez consciente, ante aquel estruendoso final, uno de los soñados finales de aquella sinfonía inconclusa.
Como una sinfonía inconclusa a la que se le añade un final por convenio.
Como las notas que se desplazan obligadas de lado a lado sobre la partitura, sin más descanso que el silencio.
Como anuncian amenazadores los vientos (metal),
Como nacen y mueren los arcos sobre las cuerdas
Como encajan los golpes de salto de octava a octava, de cuerda a cuerda
Con la misma fuerza y tesura y no se hastían
Como aquel embelesado y embebido ejecutor de la segunda fila se enfrasca y adormece en aquella delicada melodía, sin sentir más allá de los que escucha, y despierta inconsciente y a la vez consciente, ante aquel estruendoso final, uno de los soñados finales de aquella sinfonía inconclusa.
i: Schubert, unfinished symphony no.8
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