miércoles, 31 de marzo de 2010

Nada




" Nada ", De Carmen Laforet. Premio Nadal en El 45, y Premiado por la Real Academia Española en el 48. Calificada por la crítica como un "caso único en la categoría de lo excepcional".



Solo es posible comprender y extraer algo de esta obra, si hemos llegado al final de ella, contemplando expectantes el transcurso del año que pasó Andrea, en la casa de la calle Aribau de Barcelona. Ambientada en la misma época en la que se escribió, la posguerra, narra acontecimientos que sobrecogen desde el primer recuerdo - su llegada, llena de misterio y expectación -, dada la forma en que la protagonista los siente y los cuenta. Un mundo de rarezas y personajes extravagantes se reúnen a su alrededor, y es únicamente la voz de Andrea, la que dota de verdadero realismo a la novela.

Con el pasar de las hojas, quizá podamos preguntarnos por su verdadero argumento, por el verdadero sentido que tiene todo lo que le ocurre a Andrea, el porqué de que se narre un hecho y no otro, por la verdadera causa del desenlace, e inevitablemente se reflexione sobre el propio título, "Nada".



El final, y mas aún retornando a la primera página, que cita el fragmento de un poema de Juan Ramón Jiménez titulado " Nada ", será la vía para capturar el siempre presente mensaje del autor - o no -, y sentir un escalofrío a causa de lo simple que nos parecía estar observando y el enorme miedo a la verdad que no había sido encontrada en ello.










Nada  (Fragmento)

A veces un gusto amargo
Un olor malo, una rara
Luz, un tono desacorde,
Un contacto que desgana,
Como realidades fijas
Nuestros sentidos alcanzan
Y nos parecen que son
La verdad que no sospechada ...

 
 
 
                                                                    Carmen Laforet

8 comentarios:

Espérame en Siberia dijo...

¡Tomo nota! Trataré de conseguirlo pronto, darling.

Miles de besos :D

Carlos Espinosa dijo...

"Un mundo de rarezas, y personajes extravagantes se reúnen a su alrededor"

Yo leí un libro que me gustó mucho, sobre un personaje, en la misma historia varias situaciones a la vez entrelazadas....

"La conjura de los necios" de John Kennedy Toole

Te lo recomiendo!

Y lo dicho, muchas verdades que no sospechamos señorita Morales...

Un besazo!

Claudia dijo...

Querido Carlicos,
no sé si lo volverás a leer, pero me encargaré de decírtelo...
ya he leído "La conjura de los necios"
además, creo que te lo recomendé yo...

"Cuando un genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él"
;)

Ursula dijo...

Claudia...

pero que sorpresa!!!
tu lugar... lleno de laberintos... entre letras que se trepan por los espacios como una araña en su tela!!

lindo de verdad!!!

hermosos días!!!

beso!!!

feniletilamina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
feniletilamina dijo...

Hola Claudia,
la verdad es que no he leído "Nada", es más, no he leído nada de Carmen Laforet (jajaja, valga la redundancia). Pero con tu descripción y tus palabras me has dado ganas de leermelo. Ayer vi la miniserie (como podrás observar en mi última entrada de blog) de Orgullo y Prejuicio. Te la recomiendo si nunca la has visto, te la recomiendo tambien si sólo has visto la película o sólo has leído el libro de Jane Austen, te la recomiendo incluso si no sabes nada del magnífico señor Darcy y Elizabeth Bennet. Y a lo que viene todo esto es que me ha pasado justo lo que tu decías, sufo ataque de Bovarismo post-amoridílico.

Ay, ¡Qué dura es la vida!
:)

PS: Me apunto también "La conjura de los necios". Y yo te recomiendo... hmm.. "Los renglones torcidos de Dios", si aún no lo has leído.

Jose_Kunita dijo...

HOLA, BONITA. ESTOY MIRANDO TU BLOG. TE INVITO A Q' ME VISITES EN "VERSOS NEGROS". SIGO MIRANDO Y TE CUENTO. BESO.

Claudia dijo...

feniletilamina,
mencanta he visto la película de Orgullo y Prejuicio, y el libro... llevo toda la semana viéndoselo a una amiga :)
casualidades?
pero prefiero a Edith Wharton, muchas veces se compara a esas dos escritoras (La edad de la Inocencia, La casa de la alegría...)

Y sí, defifinitivamente tengo que leer Los renglones torcidos de Dios.. :)